El 19 de noviembre vivimos una gran fiesta diocesana en el que cerramos el año de la misericordia y le dimos la bienvenida al "nuevo rumbo". Este tiempo de renovación misionera para hacer de nuestra Iglesia una comunidad eclesial misericordiosa y misionera.
Aquí te contamos todo lo vivido :)
ASAMBLEA ARQUIDIOCESANA NUEVO RUMBO
¡Hoy salimos, testigos de la misericordia!
El pasado sábado 19 de noviembre se realizó en Compensar, la Asamblea Diocesana para clausurar el año jubilar de la misericordia en la Arquidiócesis e iniciar la segunda etapa del plan de evangelización: “nuevo rumbo”.
En un ambiente celebrativo y de comunión, alrededor de 2000 personas de la Arquidiócesis, nos dimos cita para agradecer el camino recorrido en la primera etapa del “gran giro”, reconocer, en el presente, a la ciudad que nos sigue interpelando y recibir con esperanza la nueva etapa, que promete acciones concretas para favorecer el reencuentro con Jesucristo y su reino, la vida comunitaria, la formación de los discípulos misioneros y la presencia social de la Iglesia en la ciudad región. Vea: Video de la historia de Arquidiócesis.
Ni la lluvia ni el frío capitalinos de esa mañana sabatina, apagaron el fuego del Espíritu que ardía en los corazones de los asistentes quienes siguieron atentamente los tres momentos de la asamblea, para declarar que hoy salimos, testigos de la misericordia. Cantaron con los coros del Seminario Conciliar y los niños de la Fundación Música en los Templos, vieron los videos informativos sobre la historia de la Iglesia en Bogotá, el plan de evangelización y los proyectos del “nuevo rumbo”, escucharon el saludo del señor cardenal, Rubén Salazar, desde Roma y siguieron atentamente la puesta en escena del Centro Cultural San Francisco de Asís.
En el primer momento recordamos que hemos hecho un camino esforzado por reconocer una pastoral que ya no responde a las necesidades de la ciudad región y comprender que un nuevo paradigma de evangelización era necesario. Un paradigma centrado en la vocación misionera de la Iglesia y en la adhesión personal y comunitaria a la persona del Maestro, el Señor Jesucristo. Vea: video de testimonios del gran giro.
En el segundo momento, con un corto video, se recordaron los objetivos que han cimentado el plan de evangelización, cómo se llegó hasta este punto del proceso y cuál es el ideal que nos une, nos compromete y nos ilumina el camino. Y el tercero, nos adentró con entusiasmo, convicción y esperanza en el “nuevo rumbo”, segunda y decisiva etapa del plan de evangelización, donde las acciones concretas nos encaminarán a salir de las comodidades y vivir más misionera y comunitariamente nuestra condición bautismal.
El saludo del señor arzobispo -claro, profundo y sentido- caló hondo en la atención de los asistentes, se sintió su compañía en la distancia a través de la calidez de sus palabras: “Cuenten con mi inmenso cariño, con mi cercanía, con todo aquello que ustedes necesitan para que juntos, cohesionados como un solo pueblo, como una gran comunidad, podamos caminar por estos senderos del nuevo rumbo… para ir cambiando el rostro de todo lo que hacemos porque no se trata de que hagamos cosas extrañas. Se trata de que todo lo que hacemos sea hecho de una manera nueva y, como prenda de la bendición divina, les doy yo también mi bendición”.
La asamblea se cerró con la celebración eucarística presidida por monseñor Pedro Salamanca, obispo auxiliar y vicario de evangelización, quien centró su homilía en el rostro misericordioso de Dios, manifestado en Jesucristo y en la necesidad de muchas personas que necesitan una expresión del amor misericordioso de Dios, para dar sentido a tantas formas de sufrimiento que se viven en la ciudad. Aclaró, además, que para ser testigos de la misericordia, como invita el lema de esta etapa del “nuevo rumbo”, hay dos condiciones fundamentales: 1) experimentar la misericordia de Jesús en nuestras vidas, reconociéndonos pecadores y 2) practicar la misericordia ubicándonos en la escuela de Jesús, poniéndonos en camino tras sus huellas, habitando en profundidad la ciudad. Dijo: “En esta escuela de Jesús es indispensable aprender a ver y vencer la inercia de la indiferencia. La escuela de Jesús es la escuela de la compasión, del encuentro, del diálogo, del servicio efectivo y del amor eficaz que con sus palabras y gestos, consuela”.
El cierre de la puerta santa de la misericordia fue el marco de esta celebración no solo para agradecer lo vivido en este año litúrgico y acoger las palabras del papa Francisco: “Al concluir este Año Jubilar, los invito a no cerrar las puertas de la misericordia de su corazón, sino a ser cada vez más pacientes, humildes y sencillos en la acogida de sus hermanos y hermanas”, sino también para prepararnos a la puesta en marcha de los proyectos arquidiocesanos del “nuevo rumbo”.
El registro fotográfico, los videos, testimonios y palabras del evento pueden encontrarse en Facebook o twitter #PlanENuevoRumbo